HELADO DE COCO CON ARÁNDANOS



Helado, el dulce del verano y…para algunas personas también del invierno. A mí me encanta el saber del coco, mi sobrina, por ejemplo, no lo tolera. El coco, como muchas cosas en este mundo, tiene esa peculiaridad o lo amas o lo odias.

Para hacer este helado no se necesita heladera, solo un poco de tiempo y de paciencia. Elaborarlo no precisa de mucho tiempo, pero convertirlo en un helado cremoso sin cristales requiere de 3 o 4 horas en las hay que estar pendiente de él.

Ingredientes:
400 ml de leche de coco
200 ml de crema de coco
2 cucharadas soperas de coco desecado
100 g de azúcar 
1 cucharada de tahín
6 o 7 vainas de cardamomo
¼ cucharadita de sal
100 ml de aquafaba*
Mermelada de arándanos (opcional)

Preparación:
1.    Diluir el tahín con un poco de leche hasta que quede cremoso y reservar.
2.    Poner en un cazo el resto de la leche, con el azúcar, la crema, el coco desecado y las vainas de cardamomo. Llevar a ebullición y hervir a fuego lento durante 5 minutos.  Después enfriar rápidamente colocando el cazo en un bol con hielo y retirar las semillas de cardamomo.
3.    Mientras tanto batir con varillas y llevar a punto de nieve el aquafaba a la que se le habrá añadido una cucharada de jugo de limón y una pizca de sal.
4.    Mezclar en un recipiente rectangular amplio la leche, el tahín y el aquafaba a punto de nieve con movimientos envolventes para mezclar muy bien.
5.    Llevar al congelador y a los 45 minutos aproximadamente sacar y remover la mezcla con las varillas para romper los cristales de hielo y generar aire para que se vuelva más esponjosa. Repetir esta operación cuatro o cinco veces, cada media hora hasta conseguir una textura crema. Los tiempos y el proceso de congelación lo determinarán la potencia del congelador.  



 Sacar el helado un rato antes del congelador, para facilitar el servicio y que adquiera de nuevo su textura crema.
Servir en vasos refrigerados y decorados con una cucharadita de mermelada de arándanos clarificada con un poco de agua.



* Aquafaba: es el nombre del líquido resultante de hervir garbanzos o judías. La que utilizamos en la receta es de garbanzos, aprovechamos este líquido siempre que preparamos hummus para elaborar un postre. Los garbanzos que hervimos son los pedrosillanos, que tienen mucho más cuerpo y menos agua que los lechosos. Hay que esperar que el líquido enfríe para batirlo y mejor si se deja en el frigo un día, cuando vas a usarlo tiene la misma apariencia que la clara de huevo. Se puede hacer con garbanzos de bote, pero no es igual.  

Aquafaba: líquido sobrante de hervir los garbanzos


 
Aquafaba a punto de nieve: batida con jugo de limón y pizca de sal

ENSALADA DE CALABACÍN, TOMATES SECOS Y PIÑONES




Durante este mes de julio haremos casi un monográfico de recetas de calabacín, tenemos un huerto familiar y ahora lo que más hay son calabacines. Empezamos con esta ensalada, es la primera vez que los pruebo en ensalada y tienen una textura realmente agradable. El sabor de los calabacines es un poco simple así es que les van genial los tomates secos macerados en aceite de oliva que tienen bastante vigor, la delicadeza de los piñones y la albahaca son una combinación perfecta.

 Ingredientes: 
6-8 hojas de lechuga
½ calabacín laminado fino
4 tomates secos en AOVE
50 g de piñones
2 cucharadas de hojas frescas de albahaca

Salsa de aliño:
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de vinagre balsámico de Módena 
½ cucharadita de sal

Preparación: 
  1. Lavar muy bien las hojas de lechuga y dejar unos 10 minutos en remojo en agua helada con unas cucharadas de vinagre. Escurrir y secar muy bien.
  2. Laminar el calabacín, lo más fino posible, hemos utilizado una mandolina para este propósito. 
  3. En una fuente grande colocar las hojas de lechuga como base y repartir de manera uniforme el calabacín laminado.
  4. Poner por encima el tomate cortadito, los piñones y la albahaca.
  5. Poner el aliño en salsera, para que cada persona se ponga lo que desee.   
 


¡Buen provecho!

TOMATES SECOS EN ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA



Los tomates secos son una forma de conserva tradicional en algunas regiones del Mediterráneo. Cuando en la época veraniega la tomatera empezaba a echar frutos, no se daba abasto a consumirlos, así es que se conservaban. Era un buen método para aprovechar la fruta y luego poder utilizarla en invierno para los guisos.
El secado ideal del tomate es al sol, no es comparable un tomate secado al sol con un tomate secado al horno, de la misma manera que no se puede comparar un tomate cosechado en julio con un tomate de invernadero producido en cualquier época del año. El primero es una fruta jugosa y llena de vida y el segundo es una fruta desvitalizada y muerta.

Hacemos esta receta porque nos quedaban unos tomates secos que adquirimos el otoño pasado. Puesto que ya podemos consumir tomates de temporada, maceramos estos en aceite. Es una forma de prepararlos que aportará vigor e intensidad a algunos platos: como ensaladas, verduras al vapor, tostadas, pastas y patés de semillas y frutos secos.  

¡Son una auténtica delicia!

Ingredientes:
150 g de tomates secos
3 trocitos de raíz de jengibre seca
1 cucharadita de orégano seco
1 cucharadita de tomillo seco
1 cucharadita de romero
2-3 hojas de laurel
9-10  granos de pimienta negra
 Aceite de oliva virgen extra suficiente para cubrirlos


Preparación:
1.    Hervir agua y poner los tomates secos en remojo durante 15 minutos para hidratarlos.
2.    Escurrir y secar muy bien sobre un paño, doblándolo también por encima de los tomates. Esperar que se enfríen  y sequen bien.
3.    En un tarro de cristal limpio, ir colocando capas de tomate y sobre ellas esparcir unos granos de pimienta, una pizca de tomillo, romero y de orégano y un trocito de jengibre. Introducir las hojas de laurel en vertical entre los tomates y la pared del bote. 
4.    Cubrir completamente los tomates con aceite de oliva virgen extra.

Se pueden consumir pasada una semana. El aceite de oliva actúa como un conservante, hay que asegurarse de que siempre estén cubiertos de aceite, para que no les salga moho.  El aceite sobrante de los tomates, se cuela y se puede usar para ensaladas, pasta o bocadillos.

¡Buen provecho!






BERENJENAS ESPECIADAS CON TOMATE


Una receta de la cocina de la India, la probé la primera vez en un restaurante indio, el sabor y la textura de la berenjena es espectacular. La receta original lleva cebolla, a esta le hemos puesto apio, pero puedes poner el ingrediente que tengas a mano. Cuidado con el chile, tiene que darle un toque picante sin excederse. Servir acompañada de arroz basmati. 

Ingredientes (2 personas):
1 berenjena mediana (400 g aproximadamente) 
250 g de tomate natural pelado y picado
½ penca de apio picado en bruonoise
½  cucharadita de semillas de mostaza
½ cucharadita de semillas de comino
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
½ cucharadita de cilantro molido
½ cucharadita de garam masala
1 pizca de chile 
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal 
Preparación: 
  1. Lavar y pelar la berenjena en tiras alternas (nos gusta dejar una parte sin piel). Cortar en cuadrados medianos.
  2. En una sartén de fondo grueso poner el aceite a calentar a fuego medio bajo y freír las semillas de mostaza, hasta que salten. A continuación añadir las semillas de comino e inmediatamente el jengibre y el apio picado. Sofreír todo junto unos 5 minutos. 
  3. Incorporar la berenjena cortada y sofreírla durante 10 minutos sin parar de remover para que se impregne por igual de aceite. 
  4. Añadir a la berenjena el cilantro molido, el chile, el garam masala y la sal. Mezclar todos estos ingredientes. A continuación, echar el tomate picado y remover muy bien todo.
  5.  Tapar y cocinar hasta que el tomate y la berenjena queden cocidos, sobre unos 20 minutos. 
¡Que aproveche...!