Este postre es una inspiración a medio camino entre las natillas y las gachas (un dulce típico de mi tierra que se hace en la festividad de los santos. La receta está basada en las gachas pero tiene la consistencia de unas natillas. Es un regalo dulce para estos días fríos, grises y temblorosos de enero,...¡Reconforta el ánimo!
Ingredientes: (6 vasitos)
600 ml litro de leche de coco de tetrabrik
3 cucharadas soperas de chocolate puro en polvo
1 cucharada sopera de fécula de maíz
3 cucharadas soperas de azúcar moreno de caña
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
50 g de anacardos crudos
1 cucharadita de cardamomo molido
1 ramita de canela
3 a 6 clavos de olor
Preparación:
1. Diluir por separado: la fécula de maíz en ½ vaso de leche de coco y el chocolate en polvo en otro medio vaso. Disolver muy bien.
2. En un cazo poner el aceite y freír los anacardos un par de minutos hasta que doren. Sacar y escurrir en papel absorbente. En el mismo cazo y con el aceite sobrante echar la mezcla diluida de harina y chocolate junto al resto de la leche. Poner el palito de canela y los clavos y cocinar a fuego medio alto, sin parar de remover durante 20 minutos aproximadamente, hasta que espese.
4. Añadir el azúcar y el cardamomo molido y cocinar 10 minutos más sin dejar de mover.
5. En los vasitos donde se vaya a servir repartir los anacardos. Resevando algunos para luego decorar. Una vez frio, decorar con los anacardos un poco de coco rallado y canela molida.